En el carnaval de Barranquilla, disfraces como el de loca, rompen con el
miedo al ridículo. En el carnaval del año 1989, Ninfa Barros decide disfrazarse
con harapos, la cara sucia, los ojos desorbitados y una piedra amenazante en la
mano, logrando convertirse con el paso del tiempo en unos de los personajes de
la fiesta carnavalera, y haciéndose merecedora de múltiples premio otorgados
por el carnaval y quedándose con el cariño del público.
lol a nadie le interesa
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